La localidad de Sobradillo se volcó este sábado en el homenaje tributado a Sebastián Arroyo González, hijo del pueblo y guardia civil retirado, que fue asesinado en 1980 por la banda terrorista ETA. Junto a la viuda y familiares de la víctima, estuvieron presentes las principales autoridades civiles y militares de Salamanca. Entre muchos otros, se acercaron este sábado hasta el municipio de El Abadengo el subdelegado del Gobierno, Javier Galán; el delegado de la Junta, Bienvenido Mena; la diputada María Jesús Moro; el teniente coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Jambrina; y el capitán Juan José Aliste, en representación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Más de un centenar de personas participaron en un homenaje que comenzó pasadas las once y media con una misa en la iglesia parroquial. Poco después, la viuda, María Anlló, secundada por el alcalde de Sobradillo, José María González, descubrió una placa de recuerdo en la calle que lleva el nombre del guardia civil asesinado por los terroristas en la localidad navarra de Alsasua. El alcalde destacó que la idea del tributo a Sebastián Arroyo partió de otro vecino del pueblo llamado Ángel, al mismo tiempo que recordó que este tipo de actos deben servir para ´mejorar la convivencia, sin olvidar el pasado pero mirando al futuro´.
El teniente coronel de la Guardia Civil en Salamanca, Francisco Javier Jambrina, destacó que Sebastián fue asesinado en unos ´años muy difíciles, cuando sólo la permanencia en aquellos lugares era un mérito´. La viuda, por su parte, quiso agradecer la acogida y el afecto de los vecinos del pueblo natal de su marido. María Anlló, nacida en Vitoria pero afincada en Salamanca capital, destacó sus vínculos con Sobradillo: ´Después del atentado traje a enterrar aquí a mi marido. Venirme a Salamanca fue lo mejor que pude hacer´. Además tuvo palabras para sus cuatro hijos, uno de ellos también guardia civil: ´Para nada les he inculcado el odio´, dijo la viuda.
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