Ruta de las Vías, Estación de Fregeneda - Vega Terrón |
Guiándonos por los raíles y las traviesas, vemos que van desapareciendo, engullidos por una especie de polvo de color blanquecino grisáceo, que cada vez va adquiriendo mayor altura. Ahora ya, el lejano rumor del principio ha ido dejando paso a innumerables gritos de tono agudo que envuelve todo. Estos gritos provienen fundamentalmente del techo del túnel. Si apuntamos hacia arriba con unas linternas, veremos que cientos de murciélagos se descuelgan de las pequeñas grietas a las que estaban adheridos y comienzan a volar, formando una monumental algarabía. Aunque parezca mentira ninguno se acercará a menos de un metro, y se podrá continuar con la marcha, intentan molestarles lo menos posible. |
Una vez en el exterior nos encontramos de frente con el puente Mogardo, con una
respetable altura que , como ocurrirá con alguno más y para los que será
imprescindible extremar las precauciones al cruzarlos, pues llevan en desuso más de quince años,
con lo cual podemos hacernos una idea del estado en que se encuentra su infraestructura, de hecho, en alguna
ocasión podemos ver como crecen los árboles en medio de la vía. Cruzaremos el puente por la pasarela de madera situada al a derecha, procurando no apoyarnos con fuerza en la barandilla. |
El cuarto túnel da paso al puente de Poyo Rubio, a la sazón el más complicado
de todos. Para ir abriendo boca, el puente empalma directamente con la salida del
túnel, por lo que no existe la posibilidad
de evitarlo por la ladera del valle, teniendo que cruzarlo obligatoriamente. Por
si fuera poco, al final de la pasarela de madera situada a la derecha, debido a
un incendio, faltan varios metros de tablas, por lo que es imposible cruzarlo
por ahí, teniendo que cruzarlo entre raíles, sin posibilidad alguna de
agarrarse con las manos a ningún sitio. Si el día es lluvioso o hace viento
fuerte, la aventura puede volverse incluso peligrosa. |
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